Qué ridículo

allmarketing challenge one hundred articles’ 2005 number 93.
¡Caray!, carambas, carambolitas, tengo prácticamente una semana de retraso, tengo 7 días que no escribo, son 92 artículos, a punto de llegar a los 100 y nada. El trabajo me absorbe a más no poder. Y saben ¿quién tiene la culpa?

La culpa la tienen tres sexenios de gobiernos inútiles. Me encontraba hace como un mes platicando con unos amigos y llegamos a la siguiente reflexión, que surgió de la siguiente pregunta ¿por qué si Inglaterra tiene al menos la mitad de la población que nosotros, los mexicanos, por qué nosotros – los mexicanos – estamos en la banca rota?

Sencillo, porque nosotros – los mexicanos – somos muchos. Esa es la respuesta, somos muchos y los muchos estamos concentrados en muy pocas ciudades, lo que hace que a todos los que trabajemos, nos quede una rebanada de pastel muy pequeña. Y los que no tienen empleo, pues que no encuentren.

La concentración de las grandes ciudades en lugar de traer beneficios traer malos augurios, cuando no hay una planificación de las ciudades. A todos los lectores de allmarketing les pregunto ¿sabe cuánto tiempo en promedio se viaja de un punto a otro en la capital de México? Si quieres ir a algún lado lo tienes que planear mínimo con 1 hora de anticipación, esto es que si te vas a ver con una amiga en un café a las 6 de la tarde, tienes que salir cuanto menos a las 5. ¿No es ridículo?

¿No es ridículo el tiempo que perdemos en el auto? ¿No es ridículo el desperdicio de talento que hay porque las personas no encuentran empleo? ¿No es ridículo que decenas de empresas estén cerrando por culpa de la piratería? (por cierto, ya antes había dicho “Dios vendiga a los piratas, pero en aquel entonces tenía mis motivos”) ¿No es ridículo que nuestros gobernantes se sigan enriqueciendo, mientras millones de mexicanos estamos en la pobreza? ¿No es ridículo que esté yo aquí ridículamente escribiendo cosas ridículas sobre asuntos que no debieran preocuparnos, porque se supone que tenemos gobernantes capaces que por eso nos prometieron tanto?

En verdad sí es ridículo…

La vida es en sí un experimento con momentos igualmente ridículos…
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com