domingo, enero 30, 2005

Terminará un largo sueño

El mes de mayo está destinado la aparición de la última parte de un sueño. En este mes, en frebrero, la revista Vanity Fair pone a circulación una edición especial de colección: Star Wars. Dentro de tres meses La Venganza de los Siths inundará el planeta entero, y la saga habrá terminado.

Para todos aquellos quienes nacimos en la década de los 70 y otros más nacidos en los 80, Star Wars es la película que encierra gran parte de nuestra niñez. De nuestra juventud. De aquellos días en que imaginábamos encarnar una lucha contra el mal y por supuesto, salíamos vencedores.

Fanity Fair pone en su portada una imagen que es por demás coleccionable, aparecen los principales personajes desde Star Wars La Última Esperanza, que nosotros conocimos como episodio I, pero que en realidad era el IV, hasta Star Wars La Venganza de los Siths.

Hace 5 años, cuando vimos la edición remasterizada de esta serie exihibiéndose en todas las salas imaginables en los cinco continentes, hubo muchos, incluido yo, quienes lloramos al escuchar la rúbrica de entrada. Hoy estamos a punto de experimentar una vez más un trabajo excepcional de marketing: seremos testigos de cómo una idea puede ser llevada a cada rincón del planeta y recaudar cientos de millones de dólares.

Star Wars es un fenómeno, que nos dice que no hay imposibles para que una idea pueda ser grande y para que ésta sea a la vez, un enorme negocio. O tú ¿qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com





viernes, enero 28, 2005

Nada me detiene

Tiene poco más de una semana que no me acercaba a escribi. Hoy es una historia más. Hace precisamente poco más de una semana que tuve un accidente automovilístico. Razón por la cual surge de mi mente el título de este artículo: nada me detiene.

Eran las 6.00 am del día martes 18 de enero cuando salía de mi casa. ¿Alguna vez has pensado cuánta ingerencia tiene el destino en las cosas que realizas? Algunos hechos son realmente para asombrarte. Mi accidente se planeó desde el día domingo por la noche. Algo o alguién me orilló a estar preparado, y vaya de qué forma.

Antes de seguir con la narración, me transportaré a la noche del domingo, 16 de enero. Estaba semi dormido, cuando derepente sentí una conmoción: "Mi auto tiene problemas para encender y mañana lunes tengo una junta a las 6 de la tarde por Huixquilucan". Algo dentro de mi impulsó a mi instinto de conservación para buscar el lunes a las 6.oo am mi póliza de seguro. La encontré.

Y la cargué en mi portafolio durante todo el lunes, sin - afortunadamente - utilizarla. Regresando al 18 de enero, a la misma hora en la que dejé la narración, me encontraba con Marcel, un labrador chocolate de 6 semanas, dándole de comer a él y a Pancho, mi gato. Encontré en el patió huellas de su tan buena digestión y me entretuve limpiando por varios minutos. Se me hizo tarde.

Al salir y tomar la vía Aquiles Serdan, en un par de segundos, lo que parecía un día tranquilo quedó resumido en un tremendo golpe de defensa contra defensa, una sacudida de mi cuello ahora con collarín. Y seis autos averiados y una de las vías más congestionadas paradas. y yo salí.

6 horas en el Ministerio Público, tres días con la aseguradora, 15 días con collarín, y un mes y medio sin auto, y una semana y media sin escribir, son el saldo de mi accidente. Más de 26 mil mexicanos mueren cada año en aproximadamente 400 mil accidentes automovilísticos en las carreteras federales del país. En 20 años, los accidentes viales se convirtieron en la cuarta causa de mortalidad; los jóvenes, las principales víctimas.

Y aunque me duele al voltear, y aunque me duele al tratar de ir a un lado sin necesitar el transporte colectivo, no dejo de pensar que la vida puede pasar en un momento. Éste tipo de cosas son para las aseguradoras el peor momento. El más feliz es cuando tratan de hacer hasta lo imposible por lo que te prometieron sea lo mínimo. Tu previsión es su negocio y tu accidente su peor desgracia. o ¿Tu qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com


jueves, enero 13, 2005

Que feo enero y sin empleo

La búsqueda de empleo es en sí un trabajo que requiere de tiempo completo. Y si a esto le sumas que te encuentras en enero, bien valdría la pena que revisaras tus prioridades, optimizaras el tiempo y ahorraras lo más posible, en otras palabras requiere de un esfuerzo extraordinario.

Y comento esto porque no hace mucho, creo que fue hace dos días, me enteré que una amiga de una amiga lamentablemente perdió el empleo justo el 23 de diciembre. ¡Imagínate! Creo que perder el empleo, justo en vísperas de la Navidad, es una de las experiencias más lamentables que una persona en su sano juicio podría vivir. Claro, si dejamos de lado rompimientos amorosos, decepciones colectivas o productos con promesas sin cumplir, también en vísperas navideñas.

Ya me imagino: Navidad, época de compartir, de amor y amistad, etcétera de los etcéteras, es rota por una cruel decisión. Creo que cualquiera podría pensar que una decisión de este tipo no tendría cabida. Lamentablemente cuando las empresas están enfocadas a resultados, el recorte de personal es una medida que en el momento suele aliviar una gran carga del costo de la operación.

Pero cuando un despido significa el resultado de una mala relación empleado / jefe, es producto de una terrible planeación de recursos humanos que podría derivar de alguna de las siguientes variables: demasiado poder al directivo, mala planeación de los objetivos del puesto, gran carga de trabajo y pocas personas para realizarlo, o una mala contratación de personal, ya sea del directivo o del empleado.

Las empresas tienen todo el derecho de ejercer el acto del despido cuando éste se encuentre justificado, ya sea por incumplimiento de los objetivos impuestos al empleado. Un despido por eliminar carga de costo a la operación sólo podría responder a una mala planeación del negocio, a una sobre demanda mal manejada en el pasado que ocasiona ahora sobre carga en costos, o a una reestructura que en ocasiones, con mucha frecuencia, se utiliza dicha palabra rimbombante para hacer una limpia y seguir igual que antes. Pero un despido por una mala relación empleado / jefe es responsabilidad de la empresa, porque lo que puede ocurrir es que -alguno de los dos - en verdad vale la pena conservar. A estos despidos la empresa debería prender focos rojos para evitar una mala decisión que pueda afectar la operación en el corto plazo del negocio.

Y me voy a poner a trabajar, no vaya ser la de malas. y ¿tu qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
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martes, enero 11, 2005

En medio de la desesperanza

El viernes pasado tuve la oportunidad de ir por algunas calles del Centro Histórico. Concretamente estuve caminando por el mercado de la Merced y el mercado Sonora. Tenía años, más de 10 me imagino, que no iba por esos lugares y menos tan tarde.

El escenario no podía ser menos alagador. Cientos de personas que viven al día, que trabajan duro para ganarse el pan y departir la sal. Lo mismo encuentras ropa de todo tipo como calzado, dulces, muñecos, e incluso también el negocio de la carne.

Sí, me refiero a la prostitución. 7 de enero, un día después de Reyes, puedes ver que para muchas mujeres, perdón, corrijo: para muchas niñas no hubo regalos, ni sorpresas, ni sonrisas. Pude ver en sus caras desconfianza y sobre todo tristeza.

Una tristeza que embarga a miles de niñas que viven hoy en la pobreza. Y no es que me espante de la prostitución, hay una frase que dice que es la profesión más antigua, lo que en verdad me espanta es la enorme incapacidad que tenemos como sociedad de no poder generar oportunidades, de no poder generar esperanzas, de no poderles dar un futuro.

Sé que de algo tienen que vivir, sería mejor que pudieran hacerlo con el esfuerzo de sus mentes y no de sus entrepiernas. Y no es por moralina es por justicia. Toda persona debería tener la oportunidad de escoger su destino.

En medio de la desesperanza muchas de estas niñas no tienen más destino que el denigrarse y sobajarse por unos cuantos pesos. ¿Cuánto vale la dignidad de una persona? No lo sé, lo que sí sé es que algo debería ocurrir para generar más oportunidades, y crear la certidumbre de un mejor futuro. O tú ¿qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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jueves, enero 06, 2005

Día de Reyes

No hace mucho...mmm bueno, sí hace mucho, aunque no voy a decir cuántos años, esperaba la noche de ayer con ansias, y me esmeraba por no quedarme dormido. ¿Cómo si eso fuera posible? Invariablemente mis estrategias fueron muchas: dormirme en el sillón, con la luz prendida, en fin. Y nada dio resultado.

La noche se hacía larga y pesada, y mis ojos no podían más, irremediablemente caía dormido. Al día siguiente la emoción en verdad era enorme. Corría para ver qué había pasado, qué habían traído. Y siempre llegaban. Ayer, como todos los años, me sentí emocionado, ahora por mi sobrina.

La importancia de tener una ilusión en verdad puede hacer que hasta el más oscuro panorama tenga un rayo de esperanza. La industria nacional del juguete está en franca decadencia: La Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju) ha revelado que por cada 10 juguetes que son importados, seis provienen del país asiático como contrabando, tres son piratas y uno es robado.

Para que un juguete tenga éxito, ya no importa de qué esté hecho, sino qué representa ese juguete. Los medios de comunicación son los más grandes promotores. Es más, no hay juguete que no tenga su correspondiente en la televisión. Mejor dicho es al revés: los programas televisivos para niños, caricaturas y películas, extienden una línea de negocios llamada juguetes.

Cualquier programa extranjero tendrá su juguete, con lo que se aseguran que el pequeño consumidor esté cautivo. Tanto con la vista, en el plano virtual, como con el tacto, en el plano real. Y sí a eso sumamos la enorme influencia que tienen los medios en las sociedades, y más cuando hay una tendencia de los padres a dejar que la Tv sea la educadora principal, en verdad estamos a merced de estas empresas.

El juguete mexicano está siendo relegado a ser un artículo artesanal. Porque llegar a ser una industria fuerte y pujante no podría. Pero hay todavía ventajas que nos otorga el ser un país tercermundista - si es que a esto se le puede llamar ventaja - que no hay mucha gente aun con el poder adquisitivo para adquirir aquellos juguetes "simils" de caricaturas. Hay mucha gente que compra todavía los camioncitos, las muñecas de trapo, los valeros, en fin.

Porque al final, en verdad, lo que importa es el juego y no debiera importar el juguete. Y mientras me dices qué piensas, déjame ver qué juguetes, en esta ocasión, me han traído.

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Mauricio Martínez R.
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miércoles, enero 05, 2005

Decirlo o hacerlo, the big question

Las palabras son el reflejo de la construcción que hacemos de nuestro entorno. No hay mejor muestra del proceso de socialización que las palabras. A través de ellas, de la forma en que son dichas podemos saber mucho de nuestro interlocutor. Las palabras son un mapa de lo que somos.

Es a través de las palabras que aprendemos nuestro entorno, descubrimos las cosas que nos rodean e incluso nos posibilita crear una imagen dentro de nuestra cabeza de aquello que se nombra, logrando con ello un proceso de abstracción.

Este proceso de abstracción ayuda a generar un proceso intelectual que permite imaginar, planear, idearl e incluso soñar. Porque estoy seguro que la forma en que soñamos está íntimamente relacionada con nuestra formación cultural.

Las palabras son una herramienta fenomenal. Estas nos ayudan a lograr cosas que van más allá de nuestro propio esfuerzo físico. No por nada se menciona que hay actos ejecutivos y actos expresivos. Los primeros son los que emplea la energía del propio cuerpo para realizar alguna cosa X. Los segundos son la verbalización de una acción expresada hacia un interlocutor.

A veces cuando estás en el trabajo puedes encontrarte con personas que hacen actos ejecutivos, él es quien lleva la acción. Hay otros que realizan actos expresivos, él dice qué hagan los demás. Aunque este último párrafo podría sonar muy abstracto, y en ocasiones lo interesante del asunto es distinguir el objetivo de la comunicación: hacerlo o decirlo. Esta es la gran cuestión. o tú... ¿qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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martes, enero 04, 2005

Yo quiero mi calendario

No es por casualidad que cada vez que termina el año en la cremería, en la carnicería, es más en la mismísima tiendita de la esquina te dan calendarios. Estos tienen diferentes propósitos, claro dependiendo del punto de vista con el cual se mire.

Algunos calendarios tienen sendos motivos festivos, otros pueden ser gloriosos paisajes mexicanos, de esos que tenían el Ixtlacihualt o el Popocatepetl. Otros más, a lo mejor los más coloquiales, tendrán fotos de perritos y gatitos, en fin.

Para quien lo recibe puede ser un momento de satisfacción: el tendero reconoce mi lealtad y me da un calendario. Y aunque tengas decenas de ellos, uno por cada tienda, te sentirías insultado si no recibieras uno.

Para quien lo da no sólo es una muestra de agradecimiento por un año más contando con el favoritismo del marchante, sino un recordatorio de que su “tiendita” favorita está siempre atento a sus necesidades. Es así como nuestros comerciantes se meten en nuestras casas.

Hay otro tipo de calendarios que se han puesto muy de moda, estos los tienes que comprar. Niurka y Bobby es uno de ellos y de los más sonados. Otros pretenden ayudar, como en el caso del de Lorena Herrera, quien dice que los ingresos de este calendario serán donados a la caridad.

Estos al contrario, no entran en nuestra casa para expresarnos un agradecimiento por nuestra lealtad, sino nos incitan a consumir. No en el terreno comercial, sino a consumir su imagen, su presencia a desear ser como y para él: el artista.

Un pseudo artista, que hablando de estas piezas, se dedica a mostrar su cuerpo sin aportar mayor valor que la presencia física. Afortunadamente estos calendarios han caído de la gracia de muchos. Antes fueron la novedad, hoy ya la masificación y las posibilidades son muchas que a nadie espanta y mucho menos ya nadie se pelea por ellos. Serán un artículo que tenderá a desaparecer.

Pero antes de que eso ocurra, ya que todo mundo díganse o no “artistas” pueden aspirar a tener el suyo, pues, ¿por que no?, me late que también me voy a hacer el mío propio. O ¿tú, qué piensas?

La vida es en sí un experimento…
Mauricio Martínez R.
mau_76@76hotmail.com

lunes, enero 03, 2005

Y volver, volver, vooolver

Tal como si se tratara de una canción de aquel famoso artista Vicente Fernández. Justo cuando estás apenas acostumbrándote a las vacaciones tienes que regresar. Sin duda es el día cuando tu cama te abraza más fuerte que nunca y te es difícil despegar.

El lunes, primer lunes de 2005. El inicio del primer quinquenio del milenio. Y también el primer día en el cual los propósitos que se hicieron en la celebración se deben de empezar.

Para realizar un propósito de año nuevo solo basta no haber cumplido el del año anterior, que sea una falla que debamos de arreglar o un problema a superar. La frustración por no cumplirlos es frecuente, pero, seamos honestos, dudo que alguien se haya suicidado por la falta de alguno.

Hay quienes aconsejan que, para no frustrarse en el fallo de estos propósitos, ponerse unos sencillos. ¡¿Qué chiste tiene?! Si en verdad quieres bajar de peso hazlo, y no te pongas: "comer pocos chocolates". Los propósitos deben de ser un ejercicio de superación personal. En otras palabras debe de ser un reto.

Y en este reto intervienen muchas personas. Consolidar una pareja, el más clásico de todos: bajar de peso, lograr un mejor trabajo, aprender un nuevo idioma. Para quien los hace es un reto, pero para otras personas representa una oportunidad.

Hay escuelas de idiomas que tienen su mayor índice de inscripción en enero, los gimnacios - algunos - también reciben gran cantidad de clientela. Los servicios de salud deberían de ser otras posibles fuentes de beneficios. En fin. Un reto que mientras a algunas personas representa el objetivo a perseguir, para otras una chuleta a la cual corretear. Y tu ¿qué harás? Perseguir o corretear.

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com