viernes, mayo 26, 2006

Soy diferente


No soy doctor, ni tampoco pretendo ser un weblog que se la pasa copiando y pegando notas sobre marketing como lo hacen algunos, sí, ya sabes quienes. Lo mío, lo mío, lo mío es el análisis, descubrir para mis lectores las cosas, descubrirlas para mi, mirar hacia adentro, decir lo que veo de acuerdo a lo que conozco, lo que siento y cómo lo vivo.

El reto es doble, porque yo vivo lo que consumo y me concibo como un consumidor, un ciudadano y un ser humano. Me encanta la libertad del pensamiento. Ser un pensador moderno, humano y sin tantos rollos, sin tantas pretensiones, sin tanta alharaca.

Ser único y diferente, eso es lo que me encanta, por ello me gusta el vino, el vino que recientemente lo descubrí como ya mis lectores lo saben, de una forma sublime. Bueno, ya lo había tomado antes, pero no cabe duda que la experiencia es completamente diferente.

No hace mucho leí un artículo que hablaba de los buenos vinos, y un buen vino, ahí te va el tip, es sólo aquel que te gusta a ti. Si a ti te gusta, ese es el mejor vino. Pero si quieres aprender de ellos, tienes primero por tomarlo en una copa en forma de pera, sí de las clásicas para el vino, sin colores, transparente, y empecemos.

Primero huélelo, aspíralo y trata de describir en tu mente lo primero que te venga a ella, trata de macharlo con el olor del vino: es dulce, amargo, penetrante, ¿a qué te recuerda? Es maderazo, floral, etc. Huélelo una vez más, no te canses de olerlo antes de tomar el primer sorbo.

Ahora, observa el cuerpo del vino, esto es: mueve la copa de un lado a otro, formando ondas, el cuerpo se refiere en la forma en la cual se impregna en las paredes de la copa y se incorpora al resto de la bebida. Ve como su composición se asemeja a un líquido aceitoso, como un elixir que quiere trepar por las paredes pero el resto lo jala hacia el fondo.

Pruébalo, no lo tragues de golpe, consérvalo por un momento en tu paladar ahora siente el cuerpo en tu boca. Capta su sabor, ese que queda pegado en tu paladar, dientes y lengua y trágalo. Observa como va descendiendo por tu garganta… ahhhh

Cada vino es diferente, no hay vinos iguales, así como cada persona es diferente, cada blog lo será… por lo mientras exista la diferencia, siempre habrá un buen momento para disfrutar de ese exquisito manjar.

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

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