sábado, mayo 27, 2006

¿Propinas?


Las propinas, son buenas, para quien las recibe, pero realmente no son tan buenas, pues el hecho de recibir propinas habla que la persona que las recibe no tiene – por lo general – otra fuente de ingresos que éstas, o que su sueldo base es tan pequeño, que hay que “compensar su servicio con propinas”.

Pero pregunto ¿No es servil? ¿No es acaso denigrante? Pongo la pregunta para saber si alguien puede estar o no de acuerdo. ¿Para qué yo mesero debiera pedir o recibir dádivas si estoy cumpliendo con mi trabajo? Ahhh debe de ser un asunto económico, más no de principios, pero aun así ¿tiene razón de ser?

Todo esto va porque hoy acudí a un torneo de golf, no, no, no es lo que piensan, no jugué, sólo fui a supervisar el patrocinio de un cliente de la agencia de publicidad en la cual trabajo. Este club de golf es uno de los que reciben gente de la más pudiente. De esos que tienen “apellido de abolengo”…

En fin, en un pequeño descuido pude observar que un jugador, que había terminado su juego, le dio a su cadi una propina por 1,000 pesos o sea para que me entiendas, como 87 dólares. Es mucho dinero. Te puedes comprar 116 litros de leche. O 90 donas Krispy Cream. Lo mejor de todo es que si compras 90 donas, te regalarán como 20 más.

El caso es que esa propina llega a las manos del cadi, pero ¿no sería mejor que ese cúmulo de propinas que llegan a todos los cadis, como a todos los meseros se reunieran y enriquecieran sus sueldos de forma “legal” permitiendo un mayor volumen y con ello incluso una mayor cotización en los beneficios sociales que destina el gobierno como seguro, vivienda, etc, si es que ellos reciben alguno?

Yo creo que la respuesta debiera ser afirmativa, pues al final es un trabajo como cualquier otro. Servir a otra persona, atenderla, no debiera verse o sentirse tan ruin como para recibir propinas, que desde el punto de vista corto plasista, puede ser muy bueno para quien las recibe, pero en el largo plazo, una persona necesita tener seguridad social, misma que cuando aquella envejezca dudo que sus propinas le puedan alcanzar. O tu ¿qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

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