A reservas de que quiero platicarles a dónde me fui de fin de semana, pues ese será un artículo que dedicaré a una persona en especial, quiero comentarles - como creo ya se están imaginando - que ayer vi la extensión de línea de mi programa favorito, El Aprendiz con Martha Stwart, y antes de meterme con la opinión personal del programa, quiero compartirles - para todos aquellos quienes no vieron el programa - que fue un asunto de precios.
¿Qué es el precio? Si pudiéramos hablar con Carlos Marx nos diría que es la expresión monetaria que sirve de intercambio, que expresa la inversión de trabajo realizado en algún bien material, es decir que, para hacer un lápiz le dedica un artesano 2 horas, y cada hora puede expresarse como 2 pesos con 50 centavos, o sea 5 pesos. Y nosotros deberemos intercambiar por una medida estandarizada que equivalga a esos 5 pesos. Bueno, bueno, no nos metamos en complicaciones...
Hay dos equipos, los "Creativos" y los "Coorporativos" el capítulo de ayer tenían que armar una florería. Los Creativos se fueron por la compra y venta, compraron tulipanes y los vendieron, contrataron a dos chicas disfrasadas de holandesas y promovieron su negocio, con ventas por 900 dólares. Los Corporativos por su parte contactaron a un diseñador florista, y le pusieron un precio alto, por ser de diseñador.
Al inicio los Creativos movieron muchas unidades - vendieron a menudeo - con un precio bajo. Los Corporativos vendieron poco, pero a un precio alto, y un dato curioso, al empezar la faena pusieron los precios frente a los arrelgos, cosa que no funcionó porque representaba una barrera, la gente veía el precio y juzgaba, error. Acto seguido quitaron los precios y dejaban que el cliente apreciara primero el arreglo y que se sintiera obligado a preguntar el precio, de esta forma si había algún tipo de molestia por el precio, había la posibilidad de negociarlo y no perder con ello la venta. Al quitarle los precios, las ventas subieron inmediatamente y finalizaron el día con 1,800 dólares.
Lo que nos enseña que, cuando tienes un artículo premium, aun así sea dirigido a uns egmento premium, no le enseñes el precio, deja que se maraville con el producto, que se enamore de él, y luego le das el precio. Puede ser una estrategia que nos enseña que de la vista nace el amor. Esa es una de las principales razones por las cuales a los autos más caros y elegantes no tienen descuentos, o rebajas, o anuncios sobre precio, tienen mensajes de velocidad, potencia, etc... o sea que todo tiene su precio o ¿no?
La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
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