Uno de los aspectos que se están dejando de lado en las corporaciones son los sistemas de capacitación. Entre más grande es el rango se estima o se presupone que no se requiere una capacitación, pues la simple experiencia brinda el conocimiento suficiente para las nuevas encomiendas.
Y vemos que los directivos promovidos asumen sus nuevos cargos como directores, o los ya directores llegan a otras empresas, a otros mercado a otras industrias, y tanto nuevos, como los ahora viejos llegan y empiezan a despachar como la experiencia les enseñó. Terrible error.
Pero cuando se llega a un alto puesto, ¿quién demonios te dice cómo debes actuar, si ahora tú eres el director y todo se debe de hacer como tu lo dices o lo mandas? Doble error.
Un puesto es muy distinto a otro, y más cuando hablamos de mercados. Un mercado será diametralmente opuesto al otro. Por tal la oportunidad de mercado por capacitar a los directivos es enorme, pero al mismo tiempo es trunca y llana. Nadie quién haya llegado a una alta posición podrá pensar o suponer siquiera que necesita ser capacitado.
Las empresas podrán ver que el ejercicio del poder empresarial demandará mucho tiempo, costos e incluso gastnos innecesarios y se escuchará la premisa: "es la curva de aprendizaje". Los que estamos en la industria de servicio, como agencias de publicidad, a menudo escuchamos: "así se pone mientras se va aclimatando al puesto".
Pero el costo es muy alto. Los primeros días del nuevo directivo pueden ser los más estresantes, pues no hay nadie quien se atreva a decirle: "señor, señora, las cosas no se hacen de esa forma, si las hacemos así, sencillamente no saldrán". Es cuando la importancia de saber representa
una de las más importantes fortalezas de una empresa que cuenta con nuevos directivos.
Antes de ahogar a los subalternos, a los proveedores o incluso a los colegas, los directivos deverían tener un poco de humildad y saberse lo suficientemente humanos, y no dioses, para saber que no lo saben todo. El buen líder es aquel que se sabe rodear de un equipo de excelente. El líder no necesariamente tiene que saberlo todo. o ¿si?
La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
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