jueves, agosto 25, 2005

Por mis suelas


allmarketing challenge one hundred articles’ 2005
¿Cuántos pares de zapatos te has comprado en los últimos 5 meses? Ahora, ya que tienes la respuesta, realiza esta misma pregunta a tu padre, o a tu abuelo. Los zapatos que nuestros padres y abuelos compraban estaban hechos para durar años. Los que compras ahora están hechos para desecharse y adquirir unos nuevos.

Aunque claro, hay de productos a productos. Recientemente me compré unos de la marca Flexi, son Hechos en México, orgullosamente mexicanos. Estos se exportan a Estados Unidos, Canadá, Sur y Centro América. Y los compré con el própósito de utilizarlos para caminar... Como recordarás son un asiduo practicante del Walking, y así como éstos, tengo unos New Balance, que los uso para dominguear (expresión mexicana que significa "usar en día domingo"), y unos zapatos de vestir de marca Gran Emico.

Estos últimos, así como una gran cantidad de marcas han decepcionado. Hoy no puedes encontrar marcas que tengan la suela de cuero, tal como debe de ser un zapato de vestir. Recientemente encuentras sólo modelos con suela sintética. ¿Qué pasa? Que éstos zapatos terminar por ser inservibles en la primera de cambios.

Todavía nos envuelve la nostangia de zapatos que puedes renovarlos cambiándoles la suela, renovando el taconcito, llevándolos con el zapatero, aquel viejo remendón quien a través de los años se ha forjado en el oficio y puede resolverte cualquier hoyo escurridizo, o tacón mal gastado o una que otra rendijilla que deje pasar el agua de lluvia.

El olor a la grasa, el sonido de las maquinas cocedoras de cuero y piel, qué años aquellos que, gracias a la obsolescencia planeada, quedarán al olvido. Las empresas productoras de calzado con esta obsolescencia planeada llevan a cabo dos de sus objetivos:

1) Reducen costos, pues la producción de la suela sintética es mucho más barata que la de cuero. Además que el costo de manufactura es menor, ya que de esta forma el desgaste en sus máquinas es mínino.

2) Incrementan con ello su utilidad, al tener menos costos que realizar. y

3) Aumentan sus ventas, pues una persona que tiene que cambiar sus zapatos dos veces por año y no una, hace que su expectativa de venta suba un 50% extra que en condiciones normales.

Y mientras, el consumidor, sufriendo por esta estrategia que lo único que hace es ver por las finanzas de la empresa y ¿dónde queda la satisfacción del consumdor? Pues pisoteado con la suela de los zapatos de los señores mercadólogos de éstas y otras empresas del calzado que podrán eufanarse de modernizar su industria, para mi y para otros muchos, sólo están acabando con lo que una vez representó un buen par de zapatos, lostrosos y muy durables. ¡Por mis suelas a mi no me cuentan!

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

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