La casa de las niñas

allmarketing challenge one hundred articles’ 2005
Justamente ayer estaba leyendo un artículo de una revista de negocios, en el cual se hablaba de un nuevo establecimiento que se llama "La casa de las niñas". Para evitar ser mal pensados, a lo mejor uno que otro andará pensando que probablemente este giro comercial se trata de una especie de table dance... para nada.

La cosa es mucho más sencilla, aunque pensándolo, no es por ser mala onda, pero un table dance llamado "La casa de las niñas", pues no estaría tan mal, es cosa de ver, ¿no? En fin, no nos desviemos del tema, el punto es que este establecimiento en efecto es una casa para als niñas. Se trata de un lugar donde sólo entran las niñas y sus mamás.

Tiene un cuarto de te, y todos los implementos para jugar a la casita, o mejor dicho a la casota, pero en chiquito. si alguna vez te preguntaste ¿Diablos, qué cosa puedo vender?... Si alguna vez te revoloteó en la mente poner un negocio y no encontrasté qué diablos poner, caray, has estado perdido mucho tiempo, esto es un claro ejemplo de que todo, absolutamente todo se puede lograr.

Pero el éxito de este producto tiene una raíces mucho más intrínsecas... ¿por qué? bueno, primero déjame decirte que este se encuentra en una de las zonas con mayor poder adquisitivo del país. En esta zona, nada más para que te eches una idea, las casas pueden medir cuadras enteras y no hay parques, no hay lugares públicos, si una niña quiere ir a casa de su amiguita sólo con chofer y un auto largo, muy largo el cual puede recorrer dos cuatras - o sea dos casas - o sólo para ir a la casa de junto. ¿Caminar en la calle? estás como oeprado del cerebro.

Los espacios públicos quedan restrinjidos. No hay dónde compartir. El convivir con otros seres humanos es algo innato. No se puede renunciar al hecho de la interacción con los demás. ¿Qué haces cuando identificas una carencia? Pues lo vendes. Vendes espacio. Vendes la posibilidad de la interacción. No sólo con los demás, que son iguales a los tuyos... lo mejor de todo es que ¡vendes la posibilidad de que las madres interactúen con sus hijas! Les das la oportunidad de que en lugar de que lo hagan en sus casas, realicen el acto en público. ¿Qué tal?

Lo mejor de todo es que la mercadotecnia no deja de asombrarnos... Y poco a poco vamos afirmando que todo puede ser considerado un "producto" si hay alguien dispuesto a adquirirlo...
O tú ¿qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com


P.D. El artículo número 100 te espera...