domingo, julio 03, 2005

Todos vamos para allá

DOMINGO.- ¿Cuántas veces pasa la muerte cerca de ti y tú no haces caso? Y creeme que es mejor no hacer caso de ella, pues como dicen por ahí, cada quien tiene su tiempo, su destino y ya nos tocará a todos. Sólo imagina, un paso en falso, un resbalón en el baño, una bala perdida e incluso postularse a la presidencia de la república puede ser sumamente peligroso.

Hoy, recibí una visita, era una persona de Galloso, no supe al inicio cómo dio con mi nombre lo cierto es que desde hace tiempo estaba planeando pedir información sobre sus servicios. Y no es porque esté planeando un viajecito al más allá, sino porque como dice el viejo y conocido refrán, “pues uno nunca sabe cuándo le pueda tocar!”.

Y ya que el destino tocó a mi puerta, o mejor dicho llamó a mi teléfono, decidí darle una cita a esta persona que me explicó los planes que ofrecía. Lamentablemente mi mente nunca dejó de pensar en el negocio de la muerte, es un mercado seguro, es más reto a cualquier mercadólogo que en estos momentos me esté leyendo – que son algunos por ahi – que me desmienta: es un segmento del mercado que tiene un potencial del 100% sobre el total de la población. ¿O no?

En otras palabras, nadie se salva. Pues aun así, son muy pocos los mexicanos – en especial mexicanos que siempre dejamos las cosas al último – los que prevemos este tipo de circunstancias. Pero si a esto le sumas una mala estrategia de venta, en verdad estamos en el hoyo. Y déjame explicarte porqué, esta señorita vino muy amable, y antes de decir cualquier cosa ya me estaba diciendo los paquetes, y a boca de jarro me invitó a que viéramos los ataúdes.. ¡¡¡¡momento pero si todavía sigo vivo!!!!

Aunque sé que es su negocio, este tipo de temas no son del todo agradables, por más que lo razones, siempre existirá ese cosquilleo, ese sentimiento innato de sobreviviencia, nacimos sobreviviendo, peleando, jadeando, luchando hasta el último segundo por hallar la manera de respirar y cuando lo hacemos en ese instante nos aferramos a la vida y será un acto que realizaremos hasta el final de nuestros días cuando nuevamente pelearemos, jadearemos y lucharemos por aferrarnos a ella.

Y de buenas a primeras viene esta señora y así a boca de jarro me suelta lo de los ataúdes y las urnas. Durante la plática me comentó que justo acababa de visitar un prospecto que tiene más de un año trabajando, y hasta ahora ese prospecto no se ha decidido. ¿Por qué? Por una mala estrategia de ventas. Imagínate que en lugar de llegar y venderte ataúdes, llegas y empiezas a vender tranquilidad, paz, armonía, una solución a futuro para tus hijos, para tus padres, si lo tomas del lado de la prevención, del amor hacia tus congéneres, te puedo asegurar que ese prospecto no habría tardado tanto en responder.

En verdad, el potencial de mercado es enorme en este negocio, y cuando hablas de asuntos serios no puedes espantar a tu clientela, por más que el mismo producto tenga el factor “miedo” inherente en sus características intangibles. Piensa en el ejemplo de los médicos cirujanos y fríamente piensa en la siguiente frase: en una cirugía te abren, te hurgan, te hacen miles de cosas ahí adentro y luego te cierran ¿Quién en su sano juicio quisiera vivir esta experiencia? Nadie, lo hacemos por la visión que mantenemos de estar sanos, los cirujanos no te venden o no te describen cuál será el procedimiento, de caso contrario sería muy difícil que alguien aceptara.
Piensa también en el negocio de los productos reciclados, a nadie le interesa saber cuál es el origen del producto, sólo nos basta con saber que estamos ayudando al medio ambiente ¿para qué saber más?. O es cuando adoptamos una mascota, lo que realmente nos interesa es que seremos felices con ella, más no nos gustaría saber de su pasado, porque tal vez nos espantaría.

¡Galloso!, si me estás escuchando, caray, necesitas algo más que sólo concretar ventas, necesitas en verdad hacer 100% capitalizable este negocio. Solo tú tienes la fortuna de tener el negocio perfecto, siempre con demanda próspera y un enorme mercado potencial a largo plazo… O tú ¿qué piensas?

La muerte también es en sí un experimento…
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

3 comentarios:

Iolanthe dijo...

Pues si, un tema que todos deseamos no tocar. Sabes como que muchas personas tenemos la idea de que en el momento que se adquiere un servicio de esta naturaleza, estás llamando a la invitada indeseable... je je je je
En cuanto a como manejan la promociòn del servicio yo creo que no nada mas a ellos (Galloso) sino a todos les falta tacto y elementos que atrapen al potencial consumidor.
Un beso

Atitel dijo...

Que interesante Mau, realmente como dicen "Nacemos para morir" y muy pocas veces solemos preocuparnos por cuando la muerte llegue. A mi no me da miedo morirme jejeje, pero realmente como dices, deben de tener mas tacto al ofrecerte un cortejo funebre, quizas cambiar su estrategia de venta como lo mencionas y asi como nos preocupamos por comprar casa, tambien nos asegurariamos de comprar nuestro paquete mortuorio, y digo realmente es una buena idea.

Buen dia!

Gabriel Aranda dijo...

Fíjate que raro que yo nunca me habia percatado que fuera un negocio, más bien lo veía como un servicio. Pero que bien haríamos muchos en prepararnos en ese sentido porque así tus seres queridos no se preocupan por detalles tan escabrosos que los distrae del hecho lamentable del cual se duelen. No sé si me explico. En fin!