Insight.- La globalidad es una de esas cosas que no entendemos a la perfección. No hace mucho un tipo McLuhan idealizó una gran aldea, refiriéndose a la posibilidad de la unificación de las costumbres, de los productos y por ende, de las personas en una sóla identidad.
Mucho de lo que ese pensador nos ha aportado es verdad. Hoy basta ver a los adolescentes de cualquier parte del mundo - en especial de aquellos que pertenecen a las clases medias y altas - para darnos cuenta que no hay distinción: los mismos grupos de rock, los mismos equipos deportivos, los mismos canales de televisión, incluso los mismos chicles. Están unificados.
Puedes irte a China o Japón, a New York o a Interlomas en México, para descubrir una enorme homologación entre este grupo de adolescentes. Sin embargo, hay factores que podrán hacer imposible los ideales de McLuhan, uno de ellos es la enorme complejidad que tiene la sociedad, ya que si bien es cierto las clases más pudients gozan de una homogeneidad, el 60% de las poblaciones mundiales se encuentran en la pobreza y tan sólo el 10% de las grandes masas ostentan más del 80% de los ingresos de todo el orbe. ¡Pacatelas!
Pues bien mi querido McLuhan, este planeta tendrá que esperar varias décadas para que veas tu ideal convertirse en realidad. y tú ¿Qué piensas?
La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
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