Siempre el último mes del año, es aquel en el cual invariablemente a todo mundo le nace la curiosidad por adentrarse al departamento de juguetería. Todo el año parece no importar esta industria, pero al final del mismo todos estamos ahí metidos, viendo, tocando, estrujando y uno que otro osado probando los triciclos.
Algunos, para comprar, otros – me inclino a pensar que somos la mayoría – por añoranza. Antes cuando éramos niños era extremadamente difícil que los Santos Reyes o el gordinflón aquel que ríe jojojo nos trajeran exactamente lo que pedimos. Hubo uno que otro niño en el salón que por supuesto le traían exageradamente lo que pidió. ¡Vaya y de qué valió todo el año haberse portado bien, para un par de canicas y un balero!
Sin embargo, el balero era lo menos, lo que realmente era considerado por los niños como una ofensa era que te trajeran ropa. Lo que muchas veces no comprendíamos era que cuando aquello ocurría era porque la situación en verdad apremiaba y la mesura y el ahorro eran la mejor solución. Pero cuando eres niño... bah! Que importa. ¡Me trajeron ropa y punto!.
Cuando estás dentro de esos pasillos, te das cuenta que es en verdad un mundo increíble. Y muchas veces decides por los juguetes que a ti te hubiera gustado tener. Ya que para realmente comprender lo que significa el juguete para el niño tendrías que chutarte al menos dos horas de televisión diaria, estar 4 horas en la escuela y compartir al menos otro par de horas con tu mejor cuate. Porque de juguetes dudo que sepamos mucho.
Lo que si podemos predecir es la lenta desaparición de la industria nacional del juguete. Recientemente, al momento de sumergirme en ese mundo, redescubrí los juguetes Mi Alegría, que en verdad, fue una grata sorpresa verlos, la tristeza vino segundos después cuando vi que las presentaciones de los productos eran los mismos. Un juguete con 15 años de ser el mismo.
Y no me refiero a que el paquete tenga 15 años, pero si la imagen. Esta empresa que ha sobrevivido a lo largo del tiempo y gracias a la añoranza, debería hacerse de capital, inversionistas que le quieran entrar para modernizar su imagen, para participar en co-patrocinios y proponer la excelencia de sus productos a los niños mexicanos, que lo que menos necesitamos son cantantes, sondados, futbolistas, en fin, necesitamos más científicos y juguetes como los de Mi Alegría lo podrían conseguir.
Lo necesitamos con urgencia. O ¿tu qué piensas?
La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
1 comentario:
Pues precisamente me han encargado elaborar un reporte para mejorar los productos de juguetería Mi Alegría y el principal problema de la empresa es que no evoluciona, o es que no tine dinero para invertir y pulir la imagen que es lo principal o no están llevando una buena mercadotecnia. En su producción, los juguetes son buenos y el diseño tambien, pero la calidad con los que se fabrica es pésima lo que le quita calidad a la marca.
Esta empresa está estancada desde hace Años, necesita enfocar bien su target, mejorar los productos y actualizar la publicidad ya que tiene una gran ventaja y oportunidad en el mercado de ofrecer este tipo de productos didacticos que otras marcas no ofrecen.
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