Keynes y el Viagra

Keynes hablaba en su tiempo sobre una llamada: ”mano misteriosa” que mueve la economía. Keynes ya no vive para ver su frase hecha realidad y materializada de forma tan tangible que si yo lo explicara, posiblemente Said eme creería.

La mano misteriosa que mueve la economía tiene muchas facetas, una incluso es totalmente increíble – y no por que carezca de credibilidad, sino porque su origen es verdad inverosímil – El Viagra.

<>Esta pequeña pastillita en nuestro país tiene el 48% de participación del mercado y vende la pequeña y módica cantidad de 3.9 millones de tabletas al año. Pero lo más maravilloso de todo – además del beneficio que aporta a los pacientes de más de 600,000 consultorio médicos quienes la prescriben – es su doble acción.

Obviamente esta pastilla tiene su principal grupo consumidor aquellas personas arriba de 40 años que por diversas circunstancias sufren de disfunción eréctil. Gracia a la pastillita “milagrosa” como le han llamado algunos, no sólo han recobrado su confianza, sino incluso se vuelven consumidores hábidos por las cosas nuevas.

¡Eu<>reka! Estos hombres al sentirse físicamente vigorosos y renovados, también se sienten inspirados para verse y usar cosas de jóvenes, y es cuando la mano misteriosa keynesiana hace su aparición: ropa, por supuesto; perfumes, accesorios, trajes nuevos, salidas a lugares vacacionales, y la consecuente cadena de beneficios que se generan, desde la industria del transporte hasta los souvenirs y demás recuerditos turísticos, así como restaurantes.  <>

Este efecto se origina de forma silenciosa y misteriosa, pero imagínate el potencial enorme de que esta industria del amor pudiera encontrar la forma de cómo hacerse notar ante estos nuevos donjuanes dispuestos a complacer y volver a enamorar a sus bellas doncellas.  <>

Sin duda Keynes tenía razón, aunque no sabía en su tiempo en qué terminaría su llamada mágica mano misteriosa, movedora de economías. O ¿si?  <>

La vida es en sí un experimento…
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com