¿Qué sería del mundo sin la política? La política es una forma de vida, de organización, los antiguos griegos plantearon los primeros principios que después de más de 2000 años, siguen vigentes. ¡Qué visión!
El fin de la política como lo visualizó alguna vez Platón en su libro La República es "alcanzar la felicidad". Para ello trabajan los políticos, para que sus pueblos logren ser felices. Y la iglesia no escapa de esta aseveración.
El nuevo Papa, Joseph Ratzinger tendrá que hacer frente a un creciente fenómeno de deserción de muchos fieles, un reto tremendo. Pero ¿Has seguido de cerca las noticias ultimamente? No sé si sea un efecto mediático o sea condición de los mexicanos que nos encanta descalificar, todo lo vemos mal y nada nos gusta, los mexicanos somos criticones a más no poder, el punto es que la imagen de Ratzinger es que es una persona dura, conservadora, no flexible, en fin. Nos espanta lo nuevo y siempre descalificamos. Nos da miedo el cambio.
Y más cuando eramos - o nos sentíamos - los consentidos del Vaticano, Juan Pablo II ya venía como pedro por su casa, los fieles felices, las diosesis preocupadas por la enorme logística que implica organizar una visita papal de las magnitudes en las cuales ocurre en México y los políticos ávidos de tener la atención mundial.
No sabemos si Ratzinger nos tomará como sus preferidos, si seremos los predilectos. Lo que si podemos saber es que este papado, como los analistas lo han mencionado, será corto. 10 años a lo menos, para, según algunos, dar paso a uno reformista. Ratzinger bienvenido.
La vida es en sí un experimento
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
2 comentarios:
Pues que bueno es verte en acción en tu blog.
Es tan difícil dar gusto a las personas; lo que para unos puede parecer bien, para otros no. Y sobre todo con nosotros los mexicanos que siempre tratamos de encontrar un cabello en la sopa. La tarea de Benedicto XVI no se vislumbra fácil, esperemos que poco a poco nos vaya mostrando el camino que seguirá.
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