domingo, marzo 13, 2005

La Comunidad

DOMINGO.- Los días domingo son un excelente día familiar. Es el día de la convivencia por excelencia. Juraría que este día todas las familias, o por lo menos la gran mayoría, de ellas se reúnen, comen y conviven, visitan a sus parientes, a amigos, a los suegros, en fin, el domingo es el día de la familia.

Recientemente la familia era conceptualizada como un grupo social en donde sus miembros tienen un laso en común: una unión consanguínea; hoy en día se han dado los casos que la sangre ya no es un factor para la unión, hay parejas de homosexuales o lesbianas que, aunque la ley no lo haya dictaminado aun, adoptan, o mejor dicho, crían a un niño que gracias a este hecho, a todas luces, forman una familia.

En un horfanatorio donde viven decenas de niños, su convivencia diaria hace que entre ellos nazca ese sentimiento de “familia”. En este núcleo social creces, aprendes, te desarrollas, te formas, y creas experiencias. Hay más que elementos biológicos en común, hay fuertes lasos emocionales y sociales que te unen y que a la par son inasociables, y/o indisolubles. La familia forma una comunidad, en ella hay reglas, roles, y un objetivo: el bienestar del grupo.

El concepto de comunidad no está lejos de las estrategias comerciales, hay muchas empresas que han adoptado este elemento para poder hacerse de consumidores. Empresas como las no lucrativas como es el caso de Greenpeace, quien hace del sentido de comunidad una bandera para comunicar que todos vivimos en una misma casa y somos responsables de lo que ocurre en ella.

Otra empresa quien estimula el sentido de la comunidad, pero de forma lucrativa, es The Body Shop, su fuerte filosofía que apoya el medio ambiente, el reciclar los materiales para su re-uso, y la innovación de las esencias naturales que se pueden aprovechar en aras de la belleza, hacen de esta empresa una – además de ser socialmente responsable – que comunica un mundo en el cual muchos quisieran vivir.

Otra empresa que utiliza este sentido de comunidad es Starbucks, solo basta con ir a su página corporativa y saber sus alianzas con campesinos de diferentes países en los cuales se establece que ellos compran y apoyan a los sembradíos de café. Los insumos que adquieren para la creación de sus mezclas son una fuente de ingresos para muchas comunidades. Y demás de que es bien sabido que esta estrategia no sólo le brinda un buen precio por el café, sino también excelentes granos.

Muchos pudieran pensar que la palabra “estrategia” cuando hablamos de la utilización del concepto “comunidad”, pudiera ser una especie de sinónimo de “truco, falacia, engaño”. Para nada, y ¿saben por qué? Porque el consumidor no es tonto y estas tres empresas que les menciono no hubieran crecido engañando a la gente.

Sin embargo hay quienes al saber de esta estrategia puede utilizarla para su propio beneficio, ya que como dicen por ahí: “hay de todo en la viña del señor”. La comunidad es una, y mientras más fuerte mejor, la familia se encarga de nutrir ese sentido de pertenencia, de las cosas en común, si más empresas pudieran descubrir y aprovechar este tipo de estrategias en lugar de pensar cómo generar más utilidades a los accionistas, realmente viviríamos en un mejor planeta, tendríamos mejores productos y mejores empresas en dónde trabajar. O tu ¿qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

5 comentarios:

Iolanthe dijo...

Tu post me hizo reflexionar en algo que tal vez fuera de utilidad para energizar algunos colegios de profesionistas que,si bien no han desaparecido por la falta de quorum, se mantienen con una tasa muy baja de asistencia. Si no ofreces algo con lo cual la gente se identifique, con lo que se sienta realmente la pertenencia, el apoyo del grupo, el beneficio de estar unido, de saber que el todo es más que la suma de las partes, ninguna comunidad (sea familia, colectivo, empresa, etc.)puede funcionar al cien por ciento ni tener éxito.

Mauricio Martínez dijo...

Saludos, es precisamente lo que distingue un grupo a una comunidad, un grupo de personas puede ser sólo eso, cuando existe algún motivo es cuando podemos llamarlo comunidad. Cuando en una familia ya no hay nada más que los une más que el laso sanguíneo, ya no hay motivos por los cuales permanecer ahí. En una empresa, cuando sólo estás por el sueldo y no hay nada más allá que te una a la empresa, lo mismo da si trabajas o no, o simulas que trabajas.

Saludos,
Mau

Iolanthe dijo...

Lo grueso del asunto es que hacer, si ya no hay vuelta de hoja: emigrar en busca de mejores oportunidades? proseguir, cayendo en la indiferencia, en el letargo, en la monotonía de una vida sin compromisos, sin retos? sacudir raices, quitar hojas y ramas secas, podar y abonar la tierra con nuevos brios, teniendo la esperanza de mejores tiempos?
Tu, que harías?

Mauricio Martínez dijo...

Voy a decir algo que a lo mejor ya está muy trillado, pero lo peor de todo es que es verdad. El compromiso no viene de las otras personas, viene de ti. Si te comprometes las personas que están a tu alrededor podrán comprometerse de igual forma, veelo de la siguiente manera: todo mundo critica pero nadie toma la iniciativa, tómala. No nos quedemos esperando hasta ver que las cosas sucedan, si en verdad las personas pudieran tomar el control de sus vidas y decidir por tomar los riesgos que ésta te da, tal vez viviríamos en un país más feliz. Saludos, mau,

Iolanthe dijo...

Sabes, siempre me he caracterizado por ser una persona prospectiva.. no me quedo esperando que las cosas cambien, trato de propiciar el cambio partiendo de mi. Pero a veces te cansas, es dificl ir contra la corriente cuando todo a tu alrededor permanece estático y sin que se desee cambiar. De igual forma seguire, como hasta ahora, llevando mi vida por un sendero de transformación... y si logro dejar una huella, y con ello se da la semilla de un cambio, enhorabuena!!