La influenza llegó, llegó de una forma inesperada, para muchos fue un tema divertido, faltar a la escuela o al trabajo fue considerado como una nueva experiencia. Lo real viene ahora. Mañana millones de mexicanos intentarán re-hacer su vida. Miles caminaremos, tomaremos el transporte público, nos miraremos unos a otros y justo cuando escuchemos un estornudo pensaremos acusatoriamente: ¿él tendrá el virus?
El miedo está en el aire y estará por mucho tiempo, deberemos aprender a vivir con el virus, pero debemos también aprender a vivir de una manera más honesta, más sincera, más pudorosa. Debemos de aprender que nuestras acciones tienen consecuencias. Debemos de cambiar nuestros hábitos desde ya. Y no sólo higiénicos, sino cambiar profundamente nuestra forma de ser.
Se acabó no lavarse las manos, se acabó no lavarse los dientes, se acabó no taparse la nariz cuando uno estornuda, pero también se acabó dar licencias a puestitos de comida callejeros, se acabó dar permisos de operación en zonas residenciales, se acabaron las mordidas, se acabó mentir en las cifras, se acabó checar asistencia y salir de farra, se acabó darle el empleo al amigo, al conocido, al primo, al hijo … Deben de terminarse todas las cosas que hacemos y nos identifican como mexicanos, porque eso es lo que hacemos y es eso lo que nos ha llevado hasta el límite… La influenza es la clara muestra de toda la falta de higiene que como sociedad hemos estado alimentando una y otra y otra vez…
Tenemos la porquería hasta el cuello. Si me estás escuchando, ya es tiempo, ya es tiempo de cambiar.
La vida es en sí un experimento…
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com
martes, mayo 05, 2009
Mañana 6 de Mayo
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