He estado leyendo artículos de revistas pasadas, y muchas veces es conocimiento que de alguna forma se queda y se queda y se queda postergado, guardado, y grita que alguien lo saque a la luz.
Siempre pasa lo mismo, lees un libro, vez una revista e incluso un programa de televisión y cuando lo vuelves a ver, con un tiempo considerable desde la primera vez, podrás recobrar mucho o mayormente del significado que tenía originalmente.
Una segunda lectura siempre ayuda al cerebro a estimular su materia. Lo lees la primera vez y aprendes algo, al pasar el tiempo y volverlo a leer redescubres cosas que no habías notado antes y aquello que aprendiste por primera vez se ve complementado con un nuevo aprendizaje.
Pues en esta ocasión leí un artículo que habla sobre la motivación de los empleados, y justamente hoy que vivimos en un tiempo de crisis en donde los empleadores hacen que te pagan y tu como trabajador simulas hacer que trabajas, éste viene a redescubrir cosas que al menos aun servidor no se le habían ocurrido.
Para motivar a los empleados no es necesario más dinero, aunque a nadie le hace falta un poco más ¿verdad? – espero que muchos empresarios estén leyendo este artículo y mejor aun mis jefes – el principal error que cometemos es que cuando nos preguntan ¿cómo podrías motivar a tus compañeros? Uno puede responder “con más dinero”, “mayores prestaciones”, “más vacaciones”, pero cuando la pregunta viene hacia ti, las principales respuestas son: “realizando un trabajo importante”.
Estudios demuestran que para que un empleado de el mayor de sus capacidades necesita creer, sentir, y vivir que aquello que realiza es importante, en otras palabras a mayor sea el reto, y mayor responsabilidad, un empleado se sentirá motivado a dar lo mejor de sus capacidades – creo que esta frase quedó mejor escrita que el inicio del párrafo –
Tal vez sólo por eso los empleadores, o mejor dicho, los reclutadores deberían buscar candidatos que no concuerden con el puesto, deberían buscar candidatos a los cuales los puestos les quedaran un poco grandes, para que sintieran la responsabilidad de dar lo mejor de ellos mismos. ¿Cuántas veces has escuchado hablar que no te dan un puesto porque estás por debajo de lo que ellos requieren? – aunque te enteres después que un recomendado lo haya ocupado – y si a eso le agregas un buen trozo de filete con muchas sorjuanas, y muchos hidalgos – la figura en los billetes de 1000 pesos tienen al Cura Hidalgo – estaría estupendo ¿no crees?
La vida es en sí un experimento…
Mauricio Martínez R.
mu_76@hotmail.com
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