viernes, diciembre 31, 2004

Una personalidad como ninguna

Saben qué tiene de especial el comprar un disco, una película o ver una serie vieja en la televisión. Que las tres cosas tienen en común que sirven para atravesar la barrera del tiempo y trasportarnos al pasado.

No hace mucho una amiga me contó que fue al concierto de The Cure. Al mismo al cuál yo había criticado severamente en una reunión de amigos. Ese día me gané las malas caras de muchos al decir que su vocalista no tenía vergüenza de venir y pintarse aparentando tener 20 años y hoy tiene el triple de esa edad y también el triple de peso. A esa amiga le pareció un evento fantástico. Lloró.

Y lloró no porque las canciones fueran sublimes - aunque se debe de reconocer el talento, aun 40 años y 40 kilos después - ella lloró por que las canciones le recordaron su prejuventud. En sus tiempos de gloria cuando estaba en la prepa y tuvo sus momentos más felices: conoció a sus mejores amigas, amigos e incluso el amor de su vida.

En este día del año - último por cierto - por mi parte quiero dedicar esta reflexión a un personaje que sin duda llena el mundo de recuerdos, en el cuál estoy seguro, todo mundo sabe y tiene pleno conocimiento de ello.

Es importante porque este año lo redescubrí. Puse sus canciones - es un cantautor - y al igual que mi amiga... lloré. Su nombre es Francisco Gabilondo Soler. Ya lo conocen. O si les resulta más fácil, su nombre corto es Cri-Cri.

Francisco Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907, no fue hasta el 15 de octubre de 1934 que se empezó a llamar Cri Crí. Cuando cumplió 30,385 días de edad, optó por irse a vivir definitivamente al País de los Sueños el 14 de diciembre de 1990.

Sin embargo invito a cualquiera que sienta la curiosidad de revivir su niñez y escuche sus canciones. Son una muestra de pureza, inspiración, de una fuerza creativa inigualable. La instrumentación, los arreglos, las letras, en fin. Estoy seguro sin temor a equivocarme, que no ha habido en México un compositor más escuchado por tantas generaciones como Gabilondo.

Francisco Gabilondo Soler, gracias por haberme dado los mejores recuerdos de mi vida.

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

jueves, diciembre 30, 2004

¿Hay alguien que quiera ayudar?

¿Qué imaginas que una jovencita bebiera estar haciendo un miércoles a las 8 de la noche? Respuestas pede haber muchas, echemos a volar un poco la imaginación: un día miércoles podría ir al cine con sus amigos, ir con su novio a comer unos tacos de suadero en los Chintotolos, famoso por sus deliciosos manjares; estar alistándose para ir al antro con sus amigos. Pero no.

Esta chica alrededor de los 20 años prefiere gastar su tiempo en cambiar al mundo. Y creo que lo puede lograr. Estando en la tienda departamental de los Búhos, fui abordado por esta chica que a quemarropa me preguntó si quería participar.

Yo le contesté que no, pues creo que Greenpeace es una organización algo radical, y me preguntó que si conocía la organización. Y comencé a narrarle lo que había escuchado de los transgénicos. Acto seguido se dio a la tarea de batir una a una mis argumentaciones, mismas que cayeron tal cual pajarito contaminado en pleno Reforma a las 2 de la tarde.

Al final llegó a convencerme, pero antes de que terminara su interlocución me entró una enorme curiosidad por saber algo sobre ella, fue entonces que tocó mi turno para preguntarle ¿por qué Greenpeace y no alguna organización mexicana como Naturalia por ejemplo? Ella me contestó que cuando ingresó no conocía otras organizaciones. ¿Entonces cómo fue el contacto entre Greenpeace y tu? Bueno, ya conocía a amigos que estaban ahí y me invitaron.

Las empresas sean públicas o privadas, gastan enormes cantidades de dinero para hacerse publicidad. Constantemente, diario, cada minuto, en tv abierta, cerrada, revistas, cine, calles, mesas en restaurantes, todo, todo, todo tiene publicidad. Es casi imposible encontrar algo que no ostente una marca.

Y Greenpeace, así como cientos de organizaciones, ganan adeptos, donadores, voluntarios y seguidores uno a uno. El dinero que las empresas invierten en publicidad, estas organizaciones lo invierten en relaciones públicas. Aunque, claro, en algunos casos, en un rango mucho menor. Pero al final, efectivo. La publicidad uno a uno es la mejor forma de ganar voluntades, y más cuando de ayudar se trata, porque le da una cara, un sentido humano, un trato cercano y le brinda legitimidad, cosa que nunca se lograría con un spot comercial.

Sin embargo esta activista lo que me pedía era dinero. No en el sentido de la transacción monetaria en sí, sino que donará a través de mi tarjeta de crédito a la organización. No dudo que organizaciones como esta necesite dinero, es más lo demanda para seguir haciendo su proselitismo, sin embargo, como le expresé a mi joven activista, de ayudar me encantaría hacerlo haciendo lo que mejor sé hacer.

Y creo que muchas personas pudieran dar no sólo su aportación económica, sino contribuir no sólo a Greenpeace sino a muchas otras organizaciones que lo necesitan, dando aquello que saben hacer mejor. Esta es una guerra que se gana en las calles, que se gana uno a uno. Por lo mientras mi joven activista a mi me ganó, me convenció de visitar la página de Greenpeace y así lo haré, y, nadie sabe, a lo mejor me convierto en un activista, también. O ¿tú qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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miércoles, diciembre 29, 2004

Con la boca abierta... muy abierta

Y me encontraba ahí... indefenso, acostado en una muy delgada superficie. Y estaba prácticamente sin poder hacer nada. Mientras, sentía como sus manos trabajaban diestramente, se introducían, trabajaban unos segundos, para luego salir por un instante para volver a entrar y retomar una nueva área de su atención... Grité hacia mis adentros “Dios”... en verdad con ganas de apretar los dientes.

Sí, adivinaste... acudí al dentista de mi colonia. Hacía un mucho tiempo que no iba a uno. Y realmente no fue la experiencia como lo pintan en los comerciales o en las películas: fue peor.

Realmente es difícil experimentar algo en cabeza ajena, no por nada el refrán sigue teniendo una enorme valía, basta preguntar a los egresados de universidades y maestrías que no por tener el papel, quiera decir que sabes hacer lo que dice, y como muchos empresarios y/o reclutadores, piden: necesitas experiencia.

Y estar ahí sentado me la dio. Experiencia para saber que un dentista en una colonia puede ser privilegiado. No por nada, a tres minutos de haber entrado, llegó una pequeña con su madre las cuales le suplicaban al dentista le extrajera una muela a la pequeña, porque el dolor era insoportable. Lamentablemente llegué primero. Y no es por ser malo, es una simple regla del mercado: atender al primer cliente que llegue.

En fin, la consulta duró ¡una hora! Trabajó duro, se esmeró, mis dientes y los nervios debajo de ellos, y los nervios mucho, pero mucho más debajo de ellos lo resintieron. Embate tras embate, jalón tras jalón, mililitros tras litros de baba, en fin, con sus manos dentro de mi cavidad bucal, valieron la pena: una gran sonrisa blanca y sin rastros de impurezas.

La consulta costó 600 pesos. Por una hora de su esfuerzo, de su experiencia y por supuesto de su know how. Si él realizara 10 limpiezas al mes tendría 6000 pesos de ingresos. La extracción de la muela de la pequeña tendría un costo de 150 pesos. O sea un 75% menos que mi limpieza de dientes, porque el esfuerzo que implica la extracción es menor. Aunque estoy 100% seguro que el alivio que una extracción de muela proporcionaría a esa niña vale 1000% más de la satisfacción que tengo yo, ahorita, por mi blanca sonrisa.

Se dice que hacen falta más dentistas, y es verdad. Pero también hace falta que más personas se interesen en cuidar de su sonrisa. Si pudiera haber mayor mercado, es muy probable que esto impulsara a que hubiera más dentistas y con ello los precios serían más competitivos. Es una fórmula que no está lejos de la realidad. Mientras yo me quedaré sonriendo, y te pregunto o ¿tú qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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martes, diciembre 28, 2004

Gobierno del DF a mejorar procesos

¿A quién le gusta pagar impuestos? Los impuestos son como su nombre lo dice: impuestos. A nadie le gusta pagar impuestos y más cuando los beneficios no son fácilmente observables.

Y no hay que ser injustos, me pregunto si un burócrata se cuestionará al llegar a su casa ¿por qué mi hijo piensa que trabajar en el gobierno es una pesadilla, acaso no hago bien mi trabajo?

Y a veces no es cuestión de hacer o no hacer bien el trabajo. Aunque sabemos que debemos cumplir con nuestras tareas, no importa si estás en la iniciativa privada o en el gobierno, el trabajo es uno, y cuando no lo realizamos se nota. Algo o alguien siempre va a pagar las consecuencias. Ya sea en nuestra persona o alguna otra gente que sufra por nuestras ineptitudes.

Sabemos que cumplir con nuestra chamba va a ocasionar que todo marche bien. Sin problemas. Pero cuando esto ocurre, pasa que las personas, los clientes, los usuarios, los ciudadanos, los alumnos, los jefes, en fin, cuando las cosas marchan bien, las personas empiezan a esperar más. Porque hacer las cosas bien es lo que comúnmente ocurre. Está dado por default.

Y cuando estas expectativas no son cumplidas, vienen los enojos, aun cuando las cosas se hagan bien, porque las expectativas son altas. Si revisas el recibo del agua del Gobierno del Distrito Federal, te podrás dar cuenta que no hay excusas para pagar, hay una docena de posibilidades, ya sea en bancos, ventanillas, internet, en tiendas departamentales, en fin. Se han preocupado por dar todas las facilidades para que el ciudadano cumpla.

Pero cuando un ciudadano cumple, quiere que el gobierno también cumpla. Cuando acudes a la ventanilla a pagar el agua y te atrasas, ocurre que tienes que hacer doble fila, una para que el sistema cheque tus adeudos y te diga cuánto debes, y en esta te entregan un nuevo recibo que deberás entregar en otra fila, que si no tienes retardos ni adeudos, a esta hubieras acudido sin haber ido a la segunda. Por cierto el recibo solo lo tienes un par de minutos, ya que aunque quisieras llevártelo, tiene vigencia de un día,

¿Por qué tanto alboroto? ¿Para que hacer dos filas, si en una de ellas se puede resolver todo el trámite? ¿Por qué imprimir un recibo que en unos segundos volverás a entregar? No se duda que estén haciendo su chamba, ahora que las cosas marchan bien, deberían trabajar en un sobre esfuerzo para brindar a la ciudadanía un mejor proceso, y con ello ahorrarnos tiempo a los ciudadanos, ahorrarse tiempo a ellos mismos y sobre todo ahorrar papel, que no tenemos muchos árboles como para seguir imprimiendo recibos con vigencia de un día o ¿Usted qué piensa?

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Mauricio Martínez R.
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lunes, diciembre 27, 2004

Necesitamos más Mi Alegría

Siempre el último mes del año, es aquel en el cual invariablemente a todo mundo le nace la curiosidad por adentrarse al departamento de juguetería. Todo el año parece no importar esta industria, pero al final del mismo todos estamos ahí metidos, viendo, tocando, estrujando y uno que otro osado probando los triciclos.

Algunos, para comprar, otros – me inclino a pensar que somos la mayoría – por añoranza. Antes cuando éramos niños era extremadamente difícil que los Santos Reyes o el gordinflón aquel que ríe jojojo nos trajeran exactamente lo que pedimos. Hubo uno que otro niño en el salón que por supuesto le traían exageradamente lo que pidió. ¡Vaya y de qué valió todo el año haberse portado bien, para un par de canicas y un balero!

Sin embargo, el balero era lo menos, lo que realmente era considerado por los niños como una ofensa era que te trajeran ropa. Lo que muchas veces no comprendíamos era que cuando aquello ocurría era porque la situación en verdad apremiaba y la mesura y el ahorro eran la mejor solución. Pero cuando eres niño... bah! Que importa. ¡Me trajeron ropa y punto!.

Cuando estás dentro de esos pasillos, te das cuenta que es en verdad un mundo increíble. Y muchas veces decides por los juguetes que a ti te hubiera gustado tener. Ya que para realmente comprender lo que significa el juguete para el niño tendrías que chutarte al menos dos horas de televisión diaria, estar 4 horas en la escuela y compartir al menos otro par de horas con tu mejor cuate. Porque de juguetes dudo que sepamos mucho.

Lo que si podemos predecir es la lenta desaparición de la industria nacional del juguete. Recientemente, al momento de sumergirme en ese mundo, redescubrí los juguetes Mi Alegría, que en verdad, fue una grata sorpresa verlos, la tristeza vino segundos después cuando vi que las presentaciones de los productos eran los mismos. Un juguete con 15 años de ser el mismo.

Y no me refiero a que el paquete tenga 15 años, pero si la imagen. Esta empresa que ha sobrevivido a lo largo del tiempo y gracias a la añoranza, debería hacerse de capital, inversionistas que le quieran entrar para modernizar su imagen, para participar en co-patrocinios y proponer la excelencia de sus productos a los niños mexicanos, que lo que menos necesitamos son cantantes, sondados, futbolistas, en fin, necesitamos más científicos y juguetes como los de Mi Alegría lo podrían conseguir.

Lo necesitamos con urgencia. O ¿tu qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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viernes, diciembre 24, 2004

¿Qué has vivido últimamente?

Esta pregunta puede tener muchas respuestas. Si me permites ser el primero en contestar, te puedo decir que en el último año he vivido muchos contrastes.

He visto como algunos de mis amigos han consolidado el amor con su pareja y se han unido. Y también he visto a algunos otros quienes no lo han logrado– y entre ellos me incluyo -.

He escuchado voces necias y también he gritado a oídos sordos. He conocido a muchas personas nuevas y también – lamentablemente – a muchas otras ya no he frecuentado.

He trabajado como nunca antes en la vida, y también – aun en medio de la vorágine - he encontrado momentos de reflexión. He departido la sal y pimienta tanto en la Roma, como en la Narvarte. Lo mismo he paseado por Tepito y Perisur, que por los pasillos de Liverpool.

Este año me deja muchas imágenes. Muchas sensaciones. Y muchas incertidumbres que debo sortear. También me deja el amor que he confirmado de parte de mi familia y el sol que representa la sonrisa de mi pequeña sobrina.

Para mí, Navidad es algo más que regalos, que abrazos, que cosas que dar o recibir. Para mí, es el principio de todo, el origen de mi familia, de la paz que siempre buscamos, que aunque no siempre la logramos tener, siempre será satisfactorio luchar por ella. Para mí, simplemente, la tienes que vivir.

Este año, quiero extenderte una muy sincera felicitación por lo que representa la Navidad para ti y tu familia, así como felicitarte por todas aquellas cosas que en este año viviste. Y que espero juntos podamos seguir viviendo el próximo año.

El mejor recuerdo que podemos tener de esta vida, es el que está por ocurrir.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

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Mauricio Martínez R.
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jueves, diciembre 23, 2004

Cambios en el entorno navideño

Diciembre, amado diciembre. Recuerdo que todavía el año pasado muchos directivos de empresas se quejaban porque a partir del 15 de diciembre todo México moría... literal...muerto.

Llamabas a tus proveedores y nada... a tus distribuidores y nada... a tu despacho de diseño y nada... a tu agencia y en la fiesta. Caray, muertos, todos muertos. Se nos fueron a mejor vida... o mejor dicho: a la mejor fiesta.

Será una percepción muy local, pero este año ha cambiado. Ha sido un diciembre muy atípico. La actividad comercial no ha cesado, incluso se ha incrementado. No es el clásico diciembre donde todo queda a la mitad, justo a la mitad del mes. Sino al contrario: ¡necesitamos más tiempo!

Las metas comerciales del año anterior - y digo anterior porque estamos a una escasa semana de que termine - fueron el fiel reflejo de la economía: lentas. Hubo industrias que se vigorizaron, como de la construcción por ejemplo, pero en general no hubo el impulso deseado. Asunto que obliga a retomar nuevas medidas para el próximo año: un relanzamiento de marca, un nuevo producto, un nuevo comercial o una nueva estrategia de ventas.

Lo que es un hecho es que hoy más que antes hay menos personas que esperan que las cosas sucedan. Hay más gente preocupada por hacer que ocurran y se cumplan las metas. Esto al final del día redunda en una mayor movilidad económica, crecimiento y por ende, mayores oportunidades de empleo.

Me parece que este cambio en el entorno navideño es muy positivo, aunque sé que hay muchas personas que todavía añoran el clásico diciembre cuando podían plácidamente salir a medio día y nada ocurría... esos tiempos ya no volverán. ¿o tu qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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miércoles, diciembre 22, 2004

¡Háblele!... por celular

Hace más de cuatro años que iniciaron las controversiales tarifas de llamadas a celular mejor conocidas como: El que llama paga. Este sistema que a todas luces cualquiera hubiera pensado que no funcionaría, al término del balance resultó ser uno de los negocios más estupendos del siglo.

Cuando inició dicho sistema tarifario el comentario era generalizado: "puedes traerlo como localizador, para que te llamen". Esta fue el principal insigth para que se desatara la venta de teléfonoc celulares. Y por ende la facturación de éstos. El segundo momento clave fue: yo llamo porque yo lo pago. Es un poco el síndrome del que desperdicia el agua: "si yo la estoy pagando, pues yo la uso como se me de la gana".

Al final la combinación de estos dos insigths provocarón una enorme derrama de ingresos a las empresas telefónicas, pero en especial de Telcel, que aundado a esto, trajo a México más y mejores modelos que la competencia. Con lo cual ganó la preferencia del mercado.

Hace algunos días se dio la noticia que se tienen planes para que las tarifas de interconexión bajen. Hoy está en un 2.90 pesos por minuto, si hablas de algún teléfono fijo a uno celular. Para el 2007 bajará hasta un 2.05 pesos por minuto. Y mientras esto ocurre en los próximos dos años habrá reduciones paulatinas para llegar a la cifra prometida.

Esta es realmente una buena noticia, sin embargo no está completa. Lo que a muchos nos interesaría saber es ¿cuánto se estima que el mercado de celulares crezca en los próximos dos años?. De conocer la respuesta, ésta sería que el verdadero objetivo que se persigue con esta reducción será hacer crecer el mercado. Hoy en día hay más de 30 millones de celulares, realmente no sabemos cuánto crecerá esta cifra. Pero lo que si es cierto es que cada vez más, habrá personas dispuestas a pagar y si además de eso, nos saldrá barato, pues qué más... ¡vamos a marcar! o tu ¿qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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martes, diciembre 21, 2004

Solidaridad... 15 años después

Y parece que fue ayer... Hace más de una década, mejor dicho hace casi 15 años, Solidaridad era una palabra de amplio sentido común. Era muy socorrida en los andares del gobierno salinista. Eran otros tiempos, o como dirían nuestros padres: "la época cuando México pisó el primer mundo".

Bueno, realmente nunca se pisó el primer mundo y sí hubo que hacer mucho en realidad para que esto fuera perceptible a nivel de toda la sociedad; aunque tristemente para muchos, o mejor dicho para millones, la realidad fue esta: nunca llegamos a poner ni la uña del dedo meñique del pie izquierdo.

Solidaridad era un programa social que tuvo un alto impacto en la sociedad, y muchos se preguntarán después de 15 años ¿por qué otros programas gubernamentales que le siguieron no han sido tan exitosos?

Respuestas hay muchas, podemos mencionar al "Progresa" del sexenio Zedillista, y el actual programa "Cuenta Contigo" de Fox, éstos no han remontado y dudo mucho que remonten. Lo que ambos sexenios no aprendieron y al parecer será difícil que aprendan es que Solidaridad tuvo impacto por un factor indiscutible de éxito: vinculó a la gente de forma masiva.

Esta vinculación permitió que cientos de personas interactuaran, fueran, pidieran, hicieran, etc. Si no mal recuerdo este programa proclamaba que una cierta colonia se reuniera para poner el esfuerzo, o sea la mano de obra, para pavimento, luz, guarniciones, poda de árboles, etc. y el gobierno ponía el material. De esta forma se logró que los pasantes de ingenieros ayudaran a pavimentar, los pasantes de ingeniería ayudaran al alumbrado, los pasantes de medicina ayudaran en las jornadas de salud. Y en sí, que toda la colonia participara en este proyecto a beneficio de su misma colonia.

Hubo también mensajes televisivos para reforzar el mensaje, estos comerciales fueron en formato de testimoniales, donde de forma muy sentimental daban cuenta de un "milagro". También formaban cuadrillas en ciertas zonas, una de ellas, que por cierto sirvió como la gran zona "de indias", fue Valle de Chalco, en un lugar que actualmente lleva por nombre "Valle de Solidaridad". Y toda esta zona tuvo un verdadero avance durante este experimento: alumbrado, pavimentado, escrituración, etc. El proyecto fue una realidad.

Hoy esta realidad es una muy cruda, esta zona es - ahora - de las más olvidadas, inundaciones en la época de lluvias, decenas de perros en las calles mismos que representan un peligro sanitario, inseguridad a cualquier hora del día. Hace dos días estuve por ahí y las historias de asalto a camiones es muy frecuente, es más, vecinos nos sugirieron que si queríamos cajas con shampoo o con jabones lo podíamos encontrar de forma sencilla. Camiones enteros desaparecen, con todo y mercancía.

Solidaridad no es lo que fue hace 15 años, la promesa de que todos construyéramos el nuevo México, el México del siglo XXI. Hoy ya estamos montados en el nuevo milenio y no veo ni por donde podamos, siquiera, pisar con la uña del dedo meñique del pie izquierdo, el primer mundo. ¿O tu qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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lunes, diciembre 20, 2004

Un velatorio junto con los Salinas

Si alguien te preguntara ¿conoces a Carlos Salinas de Gortari? ¿Qué contestarías? Aunque sea una pregunta muy simple, es muy probable que las respuestas sean en su mayoría de descrédito, negativas, en fin de un sinnúmero de calificativos que no valdría la pena analizarlos.

Una cosa es tener una idea de, y otra realmente conocer a esta persona y emitir un juicio. Sin lugar a dudas todas las personas que puedan hablar mal de Carlos Salinas - y es seguro que en la gran mayoría - lo hacen teniendo un conocimiento filtrado. Lo que ellos creen saber de Carlos Salinas es la suma de la percepción que han recogido del entorno, porque si no ¿realmente lo llegaron a conocer en persona?

Entonces, imagínate que habiendo explicado lo anterior, tienes por azares del destino, que empezar a preocuparte por comprar una gaveta. No un gaveta escolar, sino una gaveta para que cuando pases a mejor vida, pases ahí lo que queda de aquí hasta el juicio final (según la tradición Cristiana).

¿Pero qué tiene que ver esta gaveta con Carlos Salinas de Gortari? Pues imagínate que cuando pides informes de esta gaveta el vendedor te ofrece todo un paquete en el cual queda incluido el velarotio, y para tu sorpresa: en el mismo lugar donde la familia Salinas veló al hermano asesinado en Huixquilucan.

¿Qué pensarías? No es una pregunta fácil, pero tampoco es difícil suponer las respuestas, sin embargo ¿habrá realmente alguna persona que se sienta influencia por este comentario? ¿Esta posibilidad será un verdadero factor de venta? ¿Quién se sentiría alagado de pasar sus últimos días en este mundo codeándose con la alta política de México? ¿Habrá alguien que piense en la envidia que le causaría a los compadres de que eres velado en el mismísimo lugar donde se velan los Salinas?

Lo dudo mucho. Sin embargo México es un país de muchos Méxicos, y a lo mejor hay alguien que al ver este artículo se sienta tentado por pedirme la dirección ¿Serás a caso tú?

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Mauricio Martínez R.
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sábado, diciembre 18, 2004

La Invasión

Dice una maldición China "Ojalá y te toque vivir tiempos interesantes". Y tal cual se ha cumplido. Estamos viviendo una invasión sin medida y proclama a sus víctimas ser seguidores de su nuevo amo.

Esta invasión viene desde tiempos remotos. Desde los años 60 cuando pequeños aparatos transistores llegaron a occidente augurando una posterior supremacía. Desde los 70 cuando Yoko Ono separó a los Beatles y cautivó la mirada azul de Lennon. Desde los 80 cuando sufrimos a la par con Remmi cuando el Señor Vitalis caía ya sin vida. Desde los 90 cuando nos vimos deslumbrados por el futurismo de una serie llamada Robotech...

Asia lleva a cabo una invasión y lo hace iniciándola a la vieja usanza americana: a través de la cultura. Hace tres años "El Tigre y el Dragón" le quitó a Amores Perros su lugar como posible mejor película extranjera en los Oscares, perfilándose como la favorita de la Academia. El año pasado Quentin Tarantino fascinó a la audiencia con el filme Kill Bill, un tributo a las viejas películas de artes marciales.

Este año se estrenó El Héroe. Un filme de Zhang Yimou que narra una historia de hace dos mil años - los Chinos comienzan a preparar al mundo dándonos una clase de historia... de su historia - del primer emperador Chino y cómo nació aquella poderosa nación.

Desde Kundum de Martin Scorsese no habíamos presenciado una película mística, y multicromática. Con una fotografía estupenda, una ambientación suprema. Efectos especiales que refuerzan la historia y no brillan por si solos. Escenarios increíbles y una historia sencilla que impacta. Es un poema hecho película.

Un filme que vale la pena ver, pues nos da la primicia de lo que muchos ya suponemos: este siglo pertenece ya a un nuevo país, ya lejos del imperialismo americano que día a día da cuentas de su desmoronamiento... ¡El nuevo rey ha nacido, viva el rey! ¿O tú qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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viernes, diciembre 17, 2004

¡Que difícil es ser hombre!

Es muy probablemente que algunas personas estén en desacuerdo con la frase que da título a este artículo: ¡Qué difícil es ser hombre! Esta frase la escuché el día de ayer estando en una cena-brindis con un cliente. Y aunque no me lo crean, en verdad es difícil. Primero, para que un hombre sea hombre, o mejor dicho, para que pueda nacer un hombre es necesario - desde el origen - que se dé la fortuita combinación de un cromosoma X y un Y.

Hagamos uso de los números, una mujer tiene dos cromosomas XX y un hombre un XY, la diferencia entre ambos es una simple y sencilla Y, que representa el 25% de la combinación total de las cuatro variables. Esto quiere decir que de un 100% en las combinaciones de los cromosomas existe la probabilidad de en un 25% de que el producto sea hombre y un 75% que sea mujer. O sea que de cada cuatro nacimientos es muy probable que 1 sea hombre y 3 mujer.

Obviamente son números probabilísticos. No certeros, no exactos, pero si dan una tendencia. Segundo, nuestro promedio de vida es menor que el de las mujeres, en general, en los países desarrollados, las mujeres han ganado un promedio de 23 años de vida adicional, por menos de 17 en los hombres. Tercero, los recién nacidos hombres también presentan tasas de mortalidad neonatal e infantil más altas que las mujeres. Algo está pasando aquí.

Y no sólo eso, en el aspecto social los hombres cada día somos marginados. Sufrimos una muy lenta extinción. Antes las cantinas eran lugares para hombres, hoy son unisex; ya se acabaron las barberías, ahora hay estéticas y son unisex; había empleos exclusivos de los hombres, ahora ya hay doctoras, juezas, taxistas mujeres, albañilas e incluso en la semana se anunció con bombo y platillo la incorporación de una mujer en el fútbol mexicano: Maribel Domínguez que ya está lista para las patadas con el equipo de Celaya.

En fin, el rol del hombre como lo conocemos actualmente está cambiando. Ya no es más el "proveedor". La mujer cada día ha ganado terreno, y verdad a quien verdad dice, lo han ganado a pulso, con tesón y gran ahínco. Pero aun así ¡Qué difícil es ser hombre!

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Mauricio Martínez R.
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jueves, diciembre 16, 2004

Epoca de dar... cartón

Siempre cuando hablamos de Navidad es recurrente pensar que son épocas de dar, de regalar, de estar con la familia y departir con los amigos. Cierto muy cierto. Pero aunque estas fraces forman parte de nuestro "ideario", deberemos decir - aunque suene con crudeza - que este momento anteriormente descrito se vive sólo en los primeros minutos del 25 de diciembre, o sea entre las 00.00 y las 00.015 minutos. Muy corto tiempo.

Es en este tiempo cuando todos están reunidos, es cuando al iniciar el nuevo día derepente estalla la alegría y los abrazos surcan por los aires buscando un alma receptora. Las sonrisas están por doquier adornando nuestros rostros y las palmadas en nuestras espaldas no cesan hasta haber correspondido al último de nuestros familiares, e invitados. La felicidad ha llegado a nuestras casas.

¿No es hermoso?... Claro. Sin embargo, para llegar a este punto pasamos un sinfín de peripecias. Desde que inicia diciembre los ánimos parecen calentarse, hay más gente en las calles, el tráfico se hace insoportable, todo mundo en diciembre sale, ya sea a realizar compras, a cenar, a tomar un cafecito, a visitar a amigos o familiares que hace mucho no veían, en fin.

Estos factores hacen que las personas estén a flor de piel, las peleas callejeras están a la orden del día, las aglomeraciones hacen que las señoras se crispen cuando alguna otra intenta meterse a la fila, por tener el último artículo de moda suelen arrebatarse las cosas y las que quedan están ya muy mayugadas. Esto es el real escenario de la Navidad.

Y en medio de esta vorágine de circunstancias quedan las compras. Diciembre es el mes en que más se gasta, hay gran parte de industrias que sólo trabajan para la venta en esta temporada. Y el resultado es crucial. Por ejemplo, hablemos de las cajas de regalos... ¿Cuándo estas podrán venderse en demasía si no es en esta época? El cartón debería ser más apreciado. Envolver nuestros regalos en cartón en lugar de alguna bolsa hecha en China por ejemplo.

El cartón es reciclable, y si es corrugado puede tener miles de usos. Y sobre todo el cartón es biodegradable. Además de que al comprar tus cajas de cartón, ayudarías al medio ambiente y por su puesto a la industria nacional. Una bolsa de plástico, al tirarla, estará después de que hayas muerto tu y tus hijos. En éstas épocas de dar, vale más regalar una caja de cartón, y si tienes un poco de imaginación, mucho después de abrir los regalos, alguna de ellas incluso puede llegar a convertirse en un lindo camión.Y a dar se ha dicho! ¿o tu qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
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miércoles, diciembre 15, 2004

Diciembre, tiempo de gorditos

Jamón serrano... colaciones... unos ricos y deliciosos pambazos... unas flautas... un rico pozole con rabanitos... limoncito... carnita... mmmmmm Sin olvidar la ensalada de navidad... hay épocas durante el año que se dicen épocas de guardar... definitivamente diciembre no es una época de guardar y menos la dieta.

Desde que inicia el mes de diciembre, estás a la espectativa: que la comida de la empresa, de la comida con el cliente o con los clientes más importantes, que los proveedores aquellos que durante el año te sacaron de apuros o una que otra canita verde te invitan a una mega comilona... en fin. Es una época de abundancia. Razón por la cual en el 90% de los casos el principal propósito de inicio de año es ocurrentemente: DIETA.

La obesidad es un grave problema de salud a nivel global. Hay quienes equiparan este como una enfermedad casi a la par del tabaquismo, por ejemplo: de los 6 mil millones de habitantes del planeta, el 20% tiene sobrepeso, o sea 1.2 mil millones de personas. Y esta tendencia del sobrepeso se expresa de forma alarmante en los niños.

El primer lugar en personas con sobrepeso es Estados Unidos, a quien le cuesta 100 billones de dólares en gastos hospitalarios. Nuestro país no está lejos de esta terrible cifra. Se calcula que casi el 50% de la población mexicana tiene sobrepeso. Pero ¡ah qué importa! mientras tengamos los ricos y deliciosos taquitos, sopes, gorditas, comilonas, etc...

Lo cierto es que durante invierto el cuerpo demanda más calorías, ya que el desgaste energético es mayor. El organismo requiere de un mínimo básico energético y cuando hace frío, demanda un mayor consumo de carbohidratos y calorías para afrontar las inclemencias del tiempo. El problema de la obesidad llega así a convertirse en un círculo vicioso. Comes, te sientas, no haces nada, hace frio y ¿para qué moverse? Y vuelves a comer, te sientas y de nuevo ¿para que moverse? hace frío brrrrrr.

Sin más diciembre es el mes de los gorditos. Pero al final del día, sabemos que la obesidad es un problema que atenta con la salud de cualquier persona. Lejos de las variables estéticas, de los estándares de belleza que vemos a diario en series televisivas, revistas, anuncios, y además nuestro círculo social, la obesidad es la nueva pandemia de este siglo, reflejo de la desigualdad en la distribución de los ingresos, y de las disparidades de las condiciones sociales, porque mientras hay 1.2 billones de comelones, hay estimaciones que en el 2015 la mitad de la población estará en la extrema pobreza. ¿O tu qué piensas?

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Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

martes, diciembre 14, 2004

Un mejor lugar para vivir

¿Qué necesitas para vivir en un buen lugar? Siempre estamos en la búsqueda de una buena calidad de vida. Cuando llega el tiempo en que las necesidades primarias como comer y vestir están satisfechas, o ya no llegan a ser un asunto de extrema preocupación, comienzas a enfocarte por otro tipo de satisfactores que llenen tu vida.

La comida deja de representar una satisfacción básica y es cuando comienzas a rezagar a los ricos y deliciosos tacos de la esquina para voltear a ver al restaurancito de moda. La vestimenta va cambiando, de mezclilla a un pantalón de gabardina o uno de vestir. En fin. Cuando vamos escalando en aquella clásica pirámide de Maslow, es cuando comprendemos que nuestros gustos y deseos van tomando el lugar de nuestras necesidades.

Hoy por la mañana, estando abordo de mi modesto pero poderoso compacto, escuché una nota: Coyoacán, según un ranking internacional, es considerado como el quinto lugar en el cual las personas les gustaría visitar. ¿Quién no ha ido a Coyoacán? (suspiros)... hace más de 10 años, cuando por primera vez pisé cantera coyoacanense me maravilló el lugar, las casas, el colorido, las expresiones artísticas. Muchas posibilidades en un sólo lugarcito, la gente era diferente, todo tenía un aire barroco y muy rústico.

Sin embargo año tras año ha ido cambiando. Demasiado. Hoy hay gente en demasía, puestos por todos lados, las opciones comerciales hay inundado, el floklore del lugar parece esconderse y enfrentarse en una constante lucha por no desaparecer, Coyoacán se ha masificado.

Las calles se encuentran inunadas por carros, los vecinos se quejan constantemente que sus banquetas sean ocupadas por éstos, sin tener la posibilidad de dejar los suyos; cuidadores de banquetas que se adueñan de las aceras y que han convertido el espacio público en un negocio estupendo, las entradas de estas casas a veces quedan tapadas, en fin. Entre más compleja sea la organización social, más problemas y variables se deberán de cuidar.

No dudo que Coyoacán sea un bonito lugar para pasear, pero dudo que alguien haya consultado a los vecinos del centro de esta delegación por parte de esta encuesta internacional, pues al fin y al cabo visitar... uno puede visitar muchos lugares, que al final del día no es lo mismo sólo visitar que vivir ahí. ¿O tu qué piensas?

La vida es en sí un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

lunes, diciembre 13, 2004

Lunes, querido lunes.

Para ser lunes, uno pensaría que las cosas debieran de fluir tranquilamente, sin embargo no es así. Desde hace años he escuchado que el lunes es un día terrible, de hecho no es raro que las personas lleguen malhumoradas, enojadas, deprimidas, en fin.

Hace años yo no estaba conforme con tales aseveraciones, consideraba el día lunes como un día estupendo donde podías planear toda tu semana. Un día en el cual deberíamos de poner nuestro mayor empeño por lograr los proyectos pendientes de la semana anterior.

Incluso durante mucho tiempo llegaba con ánimo y mucho ahínco, incluso tal ímpetu me permitía terminar los proyectos a mediados de la semana.

Sin embargo, conforme pasa el tiempo me estoy convenciendo cada vez más que los lunes en verdad es un día pesado. La concurrencia me ha influenciado.

Un lunes es en verdad pesado, no terminas de asimilar la terrible realidad de volver a la diaria rutina cuando ya estás en medio de la vorágine.

Del teléfono, de las juntas de inicio de semana, en fin. Al final el lunes es el no principio de la semana, porque el fin de semana no te alcanzó y esa velocidad que traes del sábado y domingo no alcanza y se extiende hasta el primer día laboral. Por ello, deberíamos de dedicar el día martes a que sea realmente el inicio de semana.

Por ello aquí les dejo algunos consejos para sortear el lunes y llegar al martes de la mejor manera:

1.- Llegar temprano el lunes. Esto a demás de permitir tener un poco más de tiempo para programar de forma adecuada el día, también nos dejará la libertar de ver llegar a los demás, y ver sus caras de frustración sin que ellos vean la de nosotros.

2.- Un café siempre remedia la situación. Tómate un cafecito antes de iniciar la labor de la programación del día. Siéntate en la computadora, checa tus mails personales, y sorbe un poco de ese líquido cafesoso y delicioso. Chécalos con calma, siempre al inicio antes de hacer cualquier otra cosa

3.- A darle duro. Después de haber checado el mail y de haber sorbido unos buenos tragos de café calientito, ahora sí, dale duro y programa el día, trata que sea - como se dice comúnmente - de una sola sentada, hasta que caiga la primera junta o salgas a comer. De esta forma habrás adelantado ya la mayor parte del trabajo.

Y ahora sí, con estos tres puntos llegarás al martes como rey... claro, demanda un poco de esfuerzo al inicio de la semana, pero al final valdrá la pena. o ¿tu qué piensas?

La vida en sí es un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com

El Grinch

Me encontraba en el cine y voltee, casi de costumbre, para observar a las personas a mí alrededor. Regresé la mirada a la película: "Una Navidad de Locos", una película que prometía mucho por la temporada, pero se quedó sólo en promesa.

Claro, para los niños que se encontraban en la sala resultó fenomenal, aunque en realidad, honor a quien honor merece, hubo uno que otro gag que resultó estupendo. Pero mientras la veía y trataba de adivinar qué pensaban las personas que se encontraban igual que yo "admirando", me surgió una duda tremenda: ¿Cómo celebraremos la navidad?

En la película se observa una familia clasemediera que se dispone a olvidarse de la navidad, mientras que todos los vecinos realizan hasta lo imposible para que esta familia la celebre. Caray. Me salta a la mente los trágicos sucesos de Tláhuac y la contrastante imagen de aquellos pobres hombres que no tendrán celebración. Y que para su mala fortuna no tuvieron algunos vecinos que pudieran impedir su trágico destino.

Al salir del centro comercial, por el pasillo veo un enorme árbol adornado con nochebuenas. Juraría que por lo menos en cada casa de esta ciudad hay un árbol, pero sin afán de ofender a nadie ¿Cuántos nacimientos hay? Me imagino que muchos, pero el punto es que, estamos en medio de una trasculturización terrible que ya tiene varias décadas, y sus efectos devastadores terminarán por restregarnos en la cara una horrible realidad que ya vivimos: No sabemos qué es la navidad.

Unos minutos antes de que empezara la película, dos personas se agarraron a golpes en los pasillos de un afamado complejo en Polanco, una de ellas argumentaba que su hijo había sido golpeado por la otra persona. Llegaron los de seguridad a imponer el orden. Sólo un comentario: La gente hoy en día está muy loca, se prende por cualquier cosa, y al final queda ese resentimiento, como si los golpes pudieran decirnos que merecemos el lugar en el cual nos encontramos.

Pero aun así... ¿Qué es la navidad? Lejos de saber el significado - que muy probablemente todos lo sabemos - lo importante sería vivirla y hacer de ese sentimiento no palabras, tarjetas, regalos o abrazos, sino acciones, creencias y convicciones. Que esa cosa que llamamos navidad sea un "algo" que nos permita pensar y reflexionar, y decidir que antes que soltar el golpe cabe en mi la prudencia. La paz sólo se vive y se alcanza si se empieza por uno mismo.

Quisiera poner un nacimiento. Es más, me gustaría tirar el árbol de navidad y prenderlo con juego. Y poner mi nacimiento. Es más me gustaría que los norteamericanos adoptaran esta tradición y pusieran un nacimiento. Y mientras estas líneas siguen... los tipos del cine se seguirán peleando por una cosa tonta, que - muy probablemente - sea el resultado de un mal entendido; las personas seguirán poniendo árboles, los norteamericanos seguirán gritando a los cuatro vientos sus tradiciones, pero una cosa sí es segura... los linchados en Tláhuac no tendrán navidad. Que triste.

La vida en sí es un experimento...
Mauricio Martínez R.
mau_76@hotmail.com